La lucha por el matrimonio igualitario no
se detiene, y a pesar de sufrir reveces como la reciente negación en Colombia,
la lucha continua imparable, a tal punto que coincido plenamente con un
sicólogo español al que vi hace unos días en tv diciendo: “El matrimonio gay no
es bueno ni es malo… es necesario”.
Me da risa ver en las noticias a gente
diciendo que el amor entre hombres es imposible. A esa gente, yo, con total
orgullo, les digo que se equivocan pues tengo a mi lado al hombre que es
mi complemento desde hace dos años y él es la razón por la cual soy feliz y me
animo a construir un futuro entre dos. Muchos de ustedes también deben tener
anhelos parecidos y muchos de ustedes conocen o han vivido historias de amor
intensas que, al igual que la mía, comenzaron con un guiño en Manhunt… pero hoy
no quiero hablar de las historias con final feliz, sino de un triste,
devastador y trágico suceso de amor ocurrido a una pareja en los Estados
Unidos.
Esta historia se convirtió en un cortometraje que les traído a continuación. La película documenta la historia de Tom y Shane, dos jóvenes que se enamoraron en Los Ángeles, durante cinco años vivieron los mejores momentos de sus vidas, hasta que… Tom murió.
Su muerte fue en 2011, por una caída
accidental, pero lo más desgarrador fue la prohibición por parte de la familia
de Tom, al no dejar a Shane asistir a su funeral.
Hoy en día Shane vive sólo de los
hermosos recuerdos que vivió al lado de su novio, mejor amigo, confidente, amor
de su vida, y todos aquellos bellos adjetivos que se les pueda dar…
Decidió convertir aquellas grabaciones
junto a Tom en este audiovisual y compartirlo con todo aquel que quiere luchar
por nuestros derechos.
Sé que muchos dirán “que tiene que ver
esta historia con el matrimonio igualitario” y les diré que mucho, para los que
son capaces de analizar más allá de lo narrado en el documental, se darán
cuenta.
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