lunes, 20 de mayo de 2013

ALCOHOL. ¿CONSUMO SOCIAL O ADICCION?






Mucha gente cree que la adicción al alcohol o alcoholismo equivale a un consumo demasiado importante de alcohol. Sin embargo científicos, médicos y psicólogos coinciden en diferenciar el abuso de la adicción. En general el abuso de alcohol implica voluntad y control, es decir que el individuo toma la decisión de tomar en algún momento una gran cantidad de alcohol. Mientras que con el alcoholismo no hay limites, ni control, pero sí una dependencia obsesiva. Uno se vuelve completamente dependiente del consumo de alcohol sea porque sufre síntomas de abstinencia que le obligan a seguir bebiendo, o porque necesita beber más para sentirse mejor.

No nos engañemos, consumimos alcohol principalmente por los efectos secundarios que este produce. A todos nos gusta encontrar este puntito el cual definimos como "estar contentillos", justo antes de "no me aguanto de pie" o "¿dónde están los baños?". 

Como el resto de las drogas, el alcohol actúa directamente sobre nuestro cerebro. Una vez consumido, el hígado se encarga de pasarlo a la sangre lo que permite su distribución a través del cuerpo. El alcohol actúa como depresor del sistema nervioso central produciendo los efectos que todos o casi todos conocemos: retrasa el tiempo de reacción, falta de percepción del riesgo, descoordinación psicomo-tora, alteraciones de la visión, cansancio y fatiga. Beber alcohol no es un problema en sí, siempre y cuando se hace de manera responsable. 
Sin embargo empieza a ser alarmante cuando uno necesita consumir cantidades más grandes para conseguir los mismos efectos, cuando uno no puede estar un sábado sin beber, cuando se buscan sensaciones más fuertes con la ayuda de otras substancias, cuando uno se vuelve violento tras consumir alcohol o cuando el alcohol se vuelve un remedio para afrontar cualquier problema cotidiano o simplemente "olvidar". La ley obliga a las marcas de bebidas alcohólicas a promocionar un consumo responsable.

¿Consumo Responsable?

Si preguntamos a nuestros amigos qué entienden por consumo responsable nos damos cuenta que cada uno tiene su propia teoría y en general la conversación suele tratar más de técnicas para disminuir los efectos del alcohol: que bebiendo mucha agua, que comiéndose un huevo antes de beber, que dando vueltas alrededor del coche, etc. Quizás no lo sabes pero respetando unas reglas se puede disfrutar del alcohol sin caerse de la barra. Por ejemplo es aconsejable ponerse límites antes de salir, no te lleves tanto dinero para no caer en tentación, bebe despacio y muy poco a poco, alterna bebidas con y sin alcohol y una cosa muy importante si tienes que tomar el coche decide antes quién conducirá a la vuelta.

Los Jóvenes y El Alcohol

En las sociedades occidentales el alcohol tiene una gran simbología. Al igual que un rito social, el consumo de alcohol marca el fin de la adolescencia y el principio de la vida adulta. Este comportamiento no es nada nuevo. Sin embargo parece que hoy en día uno se considera "adulto" con sólo15 años. Cada vez más la sociedad moderna impulsa a los adolescentes a buscar mas rápidamente cierta madurez o por lo menos sensación de madurez. Esa búsqueda del reconocimiento social pasa por el consumo de alcohol ampliado por un efecto de masa y de deseo de pertenencia a un grupo. Hoy en día beber alcohol es muy fácil y conseguirlo no significa ninguna dificultad, las leyes prohíben la venta de alcohol a menores sin embargo en la realidad no es siempre así, y si no, pues todo el mundo tiene un amigo más mayor.

¿Soy Adicto?

Nunca es agradable reconocer que uno se ha vuelto dependiente del alcohol. En nuestra sociedad el alcoholismo sigue siendo un tabú. Tanto el que lo sufre como los que componen su entorno sienten vergüenza o miedo y prefieren callar el problema. Muchas veces se piensa que la adicción es una cuestión de debilidad, una falta de voluntad y uno decide ser alcohólico. No es así. Caer en la dependencia es un proceso más o menos rápido, pero en ningún caso es algo repentino. Lamentablemente, no existe ninguna regla escrita que permita saber si uno tiene más o menos posibilidades de caer en la adicción.
No olvidemos que la adicción es ante todo una enfermedad de naturaleza biopsicosocial. Eso significa que las causas son múltiples e interactúan entre ellas. 

La adicción se suele desarrollar en dos etapas. Primero está la predisposición, osea, los factores que favorecen un principio de dependencia. Pueden ser biológicos, genéticos, psicológicos o socioculturales. Por ejemplo se ha demostrado que los hijos de alcohólicos muestran una probabilidad 3 o 4 veces mayor de desarrollar el desorden alcohólico. Otros estudios científicos han demostrado la importancia que desenvuelve la química cerebral en el desarrollo de una adicción.

Hoy en día se sabe cómo nuestro cerebro interpreta la "recepción" de droga, qué mecanismos activan los síntomas de abstinencia y la conducta de búsqueda y la dependencia física. Sin embargo hace falta un factor desencadenante para que se empiece a desarrollar el proceso patológico llamado adicción.

¿Problema de Interes Público?

Los gobiernos se encuentran frente a un gran dilema: mexico es un importante productor y consumidor de alcohol. Al mismo tiempo que muchos ciudadanos viven de su producción y de su consumo, el gobierno ingresa mucho dinero a través de los impuestos sobre las bebidas alcohólicas. En mexico la recaudación por impuestos especiales en el concepto de alcohol supone un importante porcentaje de todos los ingresos obtenidos por impuestos especiales de fabricación. Quizás esta doble moral impida al gobierno luchar más fuerte contra el consumo del alcohol.

En cambio las grandes empresas sí se gastan el dinero para vendernos sus bebidas. No dudan en gastarse millones para prometernos, "popularidad, atracción sexual, madurez, juventud, sofisticación, diversión, placer y felicidad", todo en una botella. Sin embargo los medios de comunicación y las instituciones públicas consideran problemático el alcohol cuando éste se relaciona con accidentes de tráfico. En el caso de los accidentes de tráfico muchas veces ya no hay solución posible. Es sabido que la prevención es la mejor arma para erradicar un problema desde la raíz. Quitar puntos de permiso de conducir, multar o prohibir el uso de coche no ayuda a cambiar el comportamiento del consumidor en profundidad, son sólo parches.

Las cosas son bastante similares, el problema no reside en que un gran número de personas abuse del alcohol todos los fines de semana, pero sí en las molestias ocasionadas como el ruido o la falta de higiene. Crear recintos especiales para practicar el botellón o impedir esta practica, son sólo maneras de atacarse a las consecuencias del alcohol y no sus causas. Sin embargo no está todo perdido, existen asociaciones y organizaciones que ofrecen su apoyo a la gente que ya no sabe decir no al alcohol. El primer paso hacia un consumo responsable es saber discernir cuándo nos "estamos pasando". A veces uno mismo puede darse cuenta que su comportamiento no es el de antes. En caso contrario, el entorno del consumidor desenvuelve también un papel importante. La familia, los amigos, los compañeros de trabajo deberán encontrar las buenas palabras y el buen momento para iniciar un diálogo constructivo sin culpar o juzgar a nadie.

El alcohol tiene miles de consecuencias, unas más directas que otras. Quise tratar este tema porque todos debemos ser conscientes de nuestros actos. No pretendo decir lo que está bien o mal, solo dar la máxima de información para que cada uno pueda hacer uso de su libre albedrío con total conocimiento. Esto sí es un indicio de madurez.

¿Si soy Adicto?

Debo definir exactamente lo que se entiende por adicción no es simple. Mucha gente asocia a menudo la adicción únicamente con el alcohol o con el abuso de las drogas, pero está claro que los comportamientos adictivos van más allá. Existen seis indicadores claros de una adicción:

1. Objeto de deseo. Siempre hay un objeto que se desea, pudiendo ser, sustancia, cosa, actividad, o relación que conduce a la adicción, sea alcohol, comida, juego, drogas, o cualquier otra cosa que provoque ideas obsesivas y derive en conductas compulsivas.

2. Preocupación. Exista una necesidad de la cosa que provoca la adicción.

3. Comportamientos guiados. Se tiene que actuar para reducir la ansiedad y satisfacer la obsesión que provoca el comportamiento adictivo.

4. Falta de control. La adicción siempre implica una pérdida de control sobre los pensamientos, sentimientos, ideas o comportamientos cuando aparece la cosa desea. Cuando un adicto intenta detener o cortar sus comportamientos adictivos, falla y esta es la clave y la característica central de la adicción y la dependencia.

5. Dependencia. Hay dependencia respecto a lo que se anhela, física o psicológicamente, y sólo esa cosa puede satisfacer el deseo del adicto.

6. Consecuencias negativas. La adicción siempre va acompañada de consecuencias negativas.

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